Una lectora dejó este comentario el otro día:
“…me siento muy mal, mi pareja ya lo sabe, yo se lo dije. Obviamente sin detalles, solo algunas cosas y pues la verdad me siento mal creo que debo decirle todo y me siento aún peor cuando me dice que me quiere y eso…”
Este es el típico error en el que cae la gente que confiesa su infidelidad: creer que al confesarle su infidelidad a su pareja el dolor por su culpabilidad se va a empequeñecer o esfumar por arte del birlibirloque…
Creer esto es igual como si después de un esguince en el tobillo creyeses que si te lo aporreas con un bate de béisbol la hinchazón y el moratón te van a desaparecer…
Pero claro, se hacen estas cosas por ignorancia. Sin sentido común.
Y si no mira cómo continúa esta lectora…
“…yo quiero decirle con detalles, pero cuando intento hablar del tema él me dice que ya deje y aun me estoy torturando…”
Obvió que te estás torturando. Y tu pareja también o es que… ¿no crees que tu pareja tiene su propia tortura mental?
Cuando conoces la infidelidad de tu pareja una de las cosas que más te tortura es la imaginación…
¿Sabes por qué?
Porque la mente de tu pareja se enciende creando imágenes de ti alimentadas de los recuerdos sexuales que ha tenido contigo. Y su dolor arde en llamas cuando te imagina que disfrutas sin él.
Entonces, si tú ahora vienes a contarle tus batallitas es como si vinieras a echarle gasolina al fuego. ¿Tiene sentido esto?
La mayoría de la gente que confiesa su infidelidad lo hace para sentirse honesto. Porque la culpabilidad te quema por dentro y tus voces internas te señalan como una persona indecente, baja, carroñera y sin escrúpulos.
Confesar una infidelidad no es garantía de que te alivies. Esta lectora lo comprobó:
“…y por mi culpa no hay tranquilidad en mi relación. Él jamás me quiere sacar algo y no quiere que le de detalles, pero mi mente se siente culpable y no sé qué hacer, ayudemeee por fa…”
Si tú has confesado tu infidelidad (o vas a confesarla) mejor que apagar el fuego con gasolina, está que descargues la guía Cómo saber las posibilidades de superar tu infidelidad